Una película de Pedro Olea protagonizada por Jorge Sanz, María Barranco y Óscar Ladoire. Dos jóvenes soldados mueren en el cuartel de Melilla a causa de una sobredosis de heroína. Un soldado es encargado de investigar la muerte y la procedencia de la droga. Pero los obstáculos se suceden, y el soldado es apartado del caso, aunque decide seguir por su cuenta.