En 1971, en la localidad francesa de Perpignan, una pareja de amantes intentó cometer un crimen que ha pasado a la historia por la frialdad y la premeditación de los asesinos. Juan López, un sádico alfeñique, comenzó a organizar un plan para asesinar a su esposa, cobrar un seguro y quedarse con la amante, la joven Josette Aguilar. Para ello, empezó a adiestrar a Josette para que perdiera sus escrúpulos éticos y fuera capaz de cometer un crimen que él mismo no se atrevía a perpetrar con sus propias manos.