El inspector Velasco investiga el caso de los marqueses de Urquijo, que fueron asesinados a tiros mientras dormían. La lista de sospechosos es amplia, pues los marqueses tenían bastantes enemigos: unos por envidia, otros por codicia, otros simplemente por odio. Sin embargo, las pistas de la investigación parecen señalar claramente al joven Rafael Escobedo, yerno de las víctimas.