La película más personal de Jaime Chávarri, ambientada en Granada, con Hector Alterio, Ángela Molina y Mercedes Sampietro, que se convierte en un tributo a la memoria de Federico García Lorca, y una defensa de la normalización de la homosexualidad, al narrar la vida de un mago cincuentón que recuerda sus relaciones presentes y pasadas.
También, José mantiene una relación casual con Miguel, un joven político a quien le resulta más conveniente casarse con una mujer y aparentar ser "heterosexual" en la alta sociedad madrileña,que reconocer su homosexualidad.