Ambientado en la Galicia rural de mediados del siglo XX, este cortometraje supone el primer acercamiento del cineasta vigués Juan Pinzás al universo de la Galicia mágica y profunda que desde niño le atrajo y al que pondría broche final con uno de sus largometrajes más ambiciosos, "La leyenda de la doncella" (1995), para luego retomar su compromiso con el cine de vanguardia y de autor que le apasiona. En "Una historia gallega", la joven y virgen Elisa (Pilar Sueiro), marcada por una enseñanza religiosa de moral católica, despierta al sexo, y está incluso dispuesta a pecar, aunque solo sea de pensamiento. Elisa se desplaza desde su pueblo a una villa próxima que está en fiestas, lleva la cosecha a casa de su tía, pero viaja con una única ilusión, bailar con los jornaleros jóvenes y fuertes. Trágicos acontecimientos truncarán sus sueños.