Andrés Sarmiento es un funcionario de Alaró, un pequeño pueblo mallorquín. Es cojo y se inclina mucho al andar, por lo que se siente marginado por sus compañeros de trabajo. Las circunstancias de su vida lo han convertido en un ser solitario e insensible para el que la vida no tiene sentido. Vive en un pequeño piso con su anciana madre, que es paralítica y ha convertido su vida en un infierno, humillándolo y maltratándolo constantemente. Ante este panorama, Andrés decide buscar la felicidad y urde un siniestro plan.