Un clásico del cine de los años cuarenta, con Imperio Argentina interpretando dos papeles, junto a Rafael Rivelles y Armando Calvo, dirigido por Benito Perojo. La Condesa de Gualda y la cantaora Petrilla pertenecen a dos mundos muy diferentes, pero son idénticas físicamente. El día que se conocen descubren que aman al mismo hombre, lo que crea una enorme rivalidad entre ellas.