El cineasta Julián Pintos, en un universo onírico, realiza un viaje introspectivo desde el vientre de la madre al vientre de Europa sin romper el cordón umbilical, hallándose perdido en una encrucijada entre el niño que fue, el hombre que es ahora, el amor de su madre y la extraña dualidad de la mujer a la que él ama.