Cuenta la historia de Ignacio, quien tiene una obsesión con la figura de su tío, Jaime Guzmán Errázuriz, colaborador en asuntos jurídicos y políticos del Régimen Militar del general Augusto Pinochet y principal creador de la Constitución de 1980 y a quien decide interpretar en una obra de teatro. Después de algunos intentos logra persuadir a Mateo Iribarren para que sea el director de la obra. Durante el proceso de convocatoria de los actores Ignacio se ve enfrentado a negativas que genera la imagen de Guzmán dentro del mismo gremio donde hay tendencias políticas opuestas, que no permiten la participación de algunos actores más radicales en el montaje. A pesar de estos rechazos, forman un elenco. Comienzan los ensayos y un proceso creativo intenso.