Segunda parte de El pico, y otra película de culto, otra vez dirigida por Eloy de la Iglesia, y protagonizada por José Luis Manzano y Fernando Guillén. Pese a haberse trasladado a Madrid para alejarse de la droga, Paco es detenido y metido en la cárcel. Allí se vuelve a enganchar a la heroína y emprende de nuevo un camino que le lleva a conocer el verdadero rostro del dolor.