Una de las cumbres del cine taurino, protagonizada por Miguel Mateo Miguelín y José Gómez Sevillano, y dirigida por el italiano Francesco Rosi. Miguel emigra de Andalucía a Cataluña para poder ganarse la vida. Ante la corrupción moral a la que asiste, decide intentar triunfar en el mundo del toreo, sin saber que la corrupción es aun mayor, y que nadie le ayudará a cambio de nada.