Cuarta adaptación de la novela, protagonizada por Francisco Rabal, Arturo Fernández y Soledad Miranda, y dirigida por Rafael Gil. Currito de la Cruz, un joven torero apadrinado por Carmona, siempre ha estado enamorado de la hija de éste: Rocío. Sin embargo, la rivalidad entre el viejo diestro, Manolo Carmona, y el joven Romerita lo lleva a seducir a Rocío y a fugarse con ella.