Una ácida fábula sobre nuestra sociedad digital, la soledad y los miedos con mucho humor negro. Conectar con otros seres humanos sigue siendo un imprescindible en nuestras vidas , tras la realidad del confinamiento y las restricciones en tiempo de la COVID-19 , más aún, y en las personas mayores que viven solas y se sienten solas, parece mucho más complicado porque a la carencia de compañía se le suma el sentimiento subjetivo de no tener a nadie, de tristeza, de vacío.
En la era digital subirse al tren de las Apps de citas genera recelo, desconfianza en los mayores por temor a su integridad física, a un posible acoso, falta de transparencia y verdad o quién sabe… Quererse en 2023, misión imposible: el mayor problema es haber convertido el amor en producto.