Picasso decía que el buen artista roba a otros artistas. No es difícil encajar esta idea en la cultura americana; más concretamente en la Belle Époque y, fijándonos más aún, en un tal Standford White, arquitecto de principios de siglo XX. Dicho arquitecto llevó a Nueva York el modelo de uno de los edificios emblemáticos de España. Ahí tenemos la Giralda, campanario de cristianos y minarete de musulmanes, lugar desde donde llamar a la oración a todos los creyentes de Sevilla. Irónico es que el Madison Square Garden contase con otro minarete similar, el edificio de White, que llamaba a la oración por el nuevo Dios del dinero.