En 1977, en plena Transición hacia la democracia en España, subió a un escenario y deslumbró al personal imitando a Sara Montiel con perfección gestual y una socarronería muy mediterránea. Antonio Campos Ramos, con el nombre artístico de La Margot, se convirtió rápidamente en una gran estrella de la noche valenciana. Ella era más Sara que Sara. Todo el mundo se enamoró de La Margot.