Acompañando durante un día a varias personas del pueblo, que por su edad son representativas de la infancia, la juventud, la madurez y la vejez, la vida transcurre en Fuente Álamo (Albacete). Sus calles y rincones, sus hombres y mujeres, sus sonidos y sus voces, sus costumbres... pero también, y al mismo tiempo, nuestro mundo cotidiano. Un mundo real y concreto que, gracias a la fuerza del paisaje y de otros elementos materiales y poéticos, plantea cuestiones y valores universales: el tiempo y el espacio, el trabajo y la fiesta, la amistad y el cariño, la memoria y sus recuerdos.