Una hilarante parodia de los spaghettis westerns, rodada por Mariano Ozores en Almería junto a su inseparable Fernando Esteso. Dos grupos de bandoleros asolan un pueblo del Oeste estadounidense. Hartos de sus tropelías, los lugareños deciden contratar a un reputado pistolero, Pistolas de Oro, al cual confunden con un pistolero más atractivo.