Una película de Carlos Saura, magistralmente interpretada por Iñaki Aierra y Assumpta Serna, con los temas recurrentes de la filmografía de Saura: la memoria y la sombra de la Guerra Civil. Un escritor vive obsesionado con su pasado, con la huida del padre con otra mujer y el suicidio de su madre. Decide exorcizar todo con una obra de teatro que lleva el título de Dulces horas.