Una de las mejores películas de los años cuarenta, protagonizada por Amparo Rivelles, Antonio Vilar y Manolo Morán, dirigida por Rafael Gil y escrita por Miguel Mihura. Mauricio es un extranjero que llega al Barrio Chino de Barcelona huyendo de la justicia. Poco después, hay un asesinato en la zona y todos sospechan de Mauricio. Sólo la criada de la pensión confía en su inocencia.