Una película que conjuga aventuras y melodrama, cercano al amour fou y a la pasión desgarrada. Se trata de una obra extraña en la carrera de su director, Edgar Neville, protagonizada por Conchita Montes y Julio Peña. Un velero holandés encuentra los restos de un barco español, que ha chocado con un iceberg. En el interior del barco están los cadáveres de una pareja abrazada.