Unánimemente considerada una de las mejores películas españolas de los años cuarenta, protagonizada por Amparo Rivelles y Rafael Durán, y dirigida por Rafael Gil. Un juez se enamora de una mujer con la que ha compartido un viaje en diligencia. Pero poco después, la mujer desaparece. El juez empieza a investigar un caso de asesinato, esperando que la mujer vuelva a parecer.