Germán y Rosa llegan a la Feria del Campo en representación de un pueblo manchego en compañía de Damián y algunos convecinos.
La Casa de Campo de Madrid, que durante la Guerra Civil fue uno de los frentes más activos, permaneció cerrada al público al finalizar la contienda y no se reabrió hasta 1946. Pocos años después, en 1950, se iniciaría la construcción de la Feria del Campo, en la que iban a estar representadas las entonces llamadas Regiones con sus respectivas provincias. Cada dos años, allí se podían ver ejemplares de ganadería, muestras de artesanía, productos típicos, bailes regionales.