Ángel se despierta, ya bebiendo, en su desastroso piso lidiando con las secuelas de su trágico accidente de tráfico, el recuerdo de la muerte de su hermana Eli y el divorcio. Cuando recibe la visita sorpresa de su hermano José, intenta dar las mejores apariencias posibles para seguir recibiendo el cheque de la pensión que le pasa su familia. Sin embargo José trae unas noticias que nuestro protagonista no está dispuesto a aceptar.