Una desmesurada comedia protagonizada por Alfredo Landa y Antonio Resines, y dirigida por José Luis Cuerda. El verano de 1492, un preso español en Túnez consigue su libertad y vuelve a España deseando probar el jamón que le ha sido vedado tanto tiempo. De vuelta a su casa, se encuentra con un desertor que intenta huir a Portugal y cuya única pertenencia es una marrana.