Han pasado 15 años desde la última vez que vimos a Lourdes Cano al frente de su farmacia. Ahora está a punto de perderla porque van a vender el edificio para hacer apartamentos de lujo. Lourdes no puede hacer frente al elevado alquiler y tendrá que cerrar. Para comunicar la noticia a su familia decide reunirlos a todos en una cena, a la que acuden su ex marido Adolfo y sus hijos. Pero no sólo ellos volverán a pisar la rebotica.