Antes de conocer a su novia, Miguel, un estudiante de física, ingenioso y mordaz, tenía un catastrófico historial sentimental. Poco después de salir juntos, ella consigue una beca para estudiar un año en Inglaterra. Aprovechando las vacaciones de Semana Santa, hace una escapada para ir a verlo. Pero la víspera de su llegada, Alex, el irresponsable hermano de Miguel, lleva a la casa el esmirriado cadáver del Canijo, hombre de confianza de un peligroso matón. Desconcertado y abrumado, Miguel accede a esconder el cadáver durante unas horas.