Tres octogenarios coinciden cada mes en las colas de las ventanillas de la mutualidad para cobrar su pensión. Un día se enteran de que Don Felipe, un conocido mutuo, está muy enfermo y sin dinero para un entierro decente. Tras visitarlo, acuden a pedir un préstamo para ayudar a su amigo, pero no se lo conceden. Indignados por las injusticias de la vida, sobre todo a su edad, y por la burocracia y sus impedimentos, deciden atracar la mutualidad donde cobran sus míseras pensiones. Pero antes de llevar a cabo su plan se dedican a practicar y aprender lo necesario para poder ejecutar el robo perfecto. Mientras tanto, cada uno va pensando en qué gastará su parte del botín.