Una de las pocas películas que protagonizó el famoso dúo Martes y trece, que, como no podía ser de otra forma, es una alocada comedia llena de gags, chistes y situaciones absurdas. Una parodia del cine de vampiros en la que el conde de Capra Negra, acompañado por su fiel ayuda de cámara Antoine, viajan a Soborlskaia tras la muerte de su tío para reclamar la herencia.