Cuando Adela se queda embarazada, debido a su edad, el médico le recomienda descansar y pasar las vacaciones en la playa por lo que ella decide irse a Benidorm. Su marido se queda entonces solo, de "Rodríguez" en Madrid al igual que dos compañeros de oficina. Los tres infelices pronto se dejan embaucar por Ingrid, Erika y Helga, tres atractivas turistas suecas que curiosamente se han fijado en ellos. Aunque parece que detrás de su interés hay otras motivaciones ocultas.