Una película policiaca, al estilo del mejor cine negro, protagonizada por Arturo Fernández y Philippe Lemaire, y dirigida por el cada vez más reivindicado Antonio Santillán. Rosario es condenada injustamente por un robo cometido en el Teatro donde trabajaba como secretaria del empresario Gastón Leducq. Al salir de la cárcel, trata de demostrar su inocencia. Pero Gaston aparece asesinado.