Una película de culto y uno de los mayores clásicos del cine de terror en España, dirigida por el prolífico y popularísimo Chicho Ibáñez Serrador. Este film cuenta entre sus admiradores con Álex de la Iglesia o Quentin Tarantino. En un idílico pueblo mediterráneo nada es lo que parece, y los niños inocentes esconden una verdad sangrienta tras su conducta.