Una popular comedia protagonizada por Alfredo Landa, junto a Paz Isern y Antonio Ferrandis, dirigida por Pedro Lazaga. Un hombre de un pueblo de Aragón trabaja de sol a sol por un sueldo miserable. Un día recibe algo que es a la vez un raro encargo y una gran oportunidad: el cacique le pide que vaya a París a intentar convencer a su hija de que vuelva a su casa.