En un barrio de Huelva la pequeña Mari Luz, de 5 años, ha salido a comprar caramelos al kiosco de la esquina, pero no ha vuelto a casa. La mujer de Antonio comienza a preocuparse por la tardanza de su hija, y empieza a buscarla por el barrio, pero nadie la ha visto. Antonio consigue que su equipo gane, pero su alegría se apaga cuando recibe una llamada de su mujer, avisándolo de que su hija Mari Luz ha desaparecido. A Antonio le tiemblan las piernas; tiene un escalofrío, una premonición. Al llegar a su casa, encuentra a toda su familia y algunos vecinos organizados bajo la tutela de su hermano Luis. A éste se le ocurre ir a casa de un tal Sebastián Romero, que tiene fama de pederasta, y al que tiempo atrás se le acusó de abusar de su hija. Llaman a la puerta, pero nadie abre. Luis la tira abajo. Sebastián no está, pero registran la casa sin encontrar nada. Antonio decide avisar a la Guardia Civil. Ésta le dice que no pueden iniciar la búsqueda hasta que pasen 48 horas de la desaparición...